Uno de los sectores más afectados por la pandemia del covid-19 ha sido el sector turístico. El largo confinamiento y las restricciones a la movilidad han impactado de lleno en el sector se paró en seco en apenas semanas. Como indican los datos de INE, el número de turistas en España cayó a cero en abril frente a los casi once millones registrados en el mismo mes del año anterior.
Esto ha tenido una incidencia directa en el mercado de la vivienda turística a la que hasta hace nada achacábamos gran parte de la responsabilidad en el incremento de los precios de la vivienda, no sólo de alquiler, sino también de venta, como pudimos comprobar en las conclusiones de nuestro I Observatorio sobre el Impacto de la Vivienda Turística, donde observamos como a mayor nivel de concentración de vivienda de uso turístico mayor incremento en la evolución de los precios. Sin embargo, en estos momentos el sector del alquiler turístico se encuentra en una situación de emergencia. Así desde la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos (Fevitur) ya hablaban en abril de unas pérdidas en España de 448 millones de euros derivadas de la crisis del Covid19 y estimaban que podían alcanzar los 2.900 millones de euros a finales de 2020.
Muchas noticias se han publicado en estas semanas sobre cómo los particulares propietarios de estas viviendas han perdido en muchos casos su única fuente de ingresos y ante la situación de gran incertidumbre que vivimos muchos de ellos están optando por cambiar el alquiler turístico por el alquiler de larga estancia o incluso pasar al alquiler tradicional. Hasta un 16’5% de la oferta de alquiler turístico podría haber pasado al alquiler convencional, porcentaje que alcanzaría el 40% en ciudades como Madrid y Barcelona donde el mercado del alquiler turístico tenía un mayor peso todo este tiempo atrás.
De igual forma, según datos de un importante market place inmobiliario, las provincias donde mayor trasvase del alquiler turístico al alquiler residencial se habría producido serían provincias con un importante componente turístico: Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Almería, Tarragona Barcelona, Valencia, Cádiz, Alicante, Málaga, Girona, Granada, Baleares y Murcia.
En este sentido muchos profesionales ven este movimiento con buenos ojos y señalan que podría ser una manera de resolver el problema de oferta de renta que tradicionalmente ha habido en España, especialmente en las ciudades que más han sufrido los fuertes incrementos del precio del alquiler como Madrid y Barcelona, de forma que con el aumento del volumen de oferta también los precios sean más asequibles.
¿Rescatará el alquiler al sector residencial?
Sin embargo, muchos de los propietarios no ven este cambio como algo definitivo sino temporal hasta que la situación del mercado turístico mejore y están optando por la fórmula del alquiler de temporada que, aunque con menos rentabilidad, los descuentos pueden llegar al 30 y 40% según datos de ofertas en portales de alquiler vacacional, les garantiza un mínimo de ingresos hasta que puedan volver al alquiler de corta estancia. Pero desde la Agencia Negociadora del Alquiler advierten que este trasvase al alquiler residencial podría ser ilegal si no se acredita adecuadamente la temporalidad del arrendamiento.
En cualquier caso, muchas son las voces del sector que consideran que el alquiler puede ser la fórmula que ayude al inmobiliario a salir de la crisis. Con una caída del 39’2% en el número de compraventas respecto al año anterior en el mes de abril, la caída más alta en 11 años y del 71% en el número de firmas ante notario para la compra de vivienda, parece que gran parte de la demanda de compra podría derivarse a la renta como consecuencia de la situación de inestabilidad y de los problemas financieros a los que podrían tener que hacer frente los potenciales compradores como consecuencia de la crisis sanitaria.
Este probable aumento de la demanda del alquiler podría provocar por el contrario una nueva presión sobre las rentas, lo que contradeciría las opiniones de aquellos que consideran que el aumento de la oferta derivada de la vivienda turística provocaría la consolidación de la tendencia a la moderación en los precios de renta que ya se estaba observando desde finales del 2019, especialmente en las grandes ciudades.
Parece por lo tanto que lo que suceda en los próximos meses en el sector del turismo y de la vivienda turística jugará un papel fundamental en la tendencia que siga el mercado del alquiler y la evolución de los precios, lo que hace que los resultados de la última encuesta del CIS del mes de junio, que indican que sólo el 65’7% de los españoles no tiene previsto ir de vacaciones este año, resulte especialmente relevante.
¿Será seguro alquilar una vivienda turística estas vacaciones?
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La AEV prevé que el precio de la vivienda seguirá al alza en el 2020 pero con mayor moderación.