Comprar una vivienda puede resultar imposible para muchos bolsillos, especialmente en algunas zonas de la geografía española donde los precios han experimentado una carrera sin freno en los últimos años.
Una vía alternativa a los cauces tradicionales para la compra de una vivienda, y poco conocida para la mayoría de las personas, son las subastas judiciales que ofrecen la oportunidad de adquirir una vivienda al menos por un 30% menos de su valor de mercado, aunque en algunos casos puede llegar al 70%.
La subasta judicial es el proceso que permite la venta de bienes hipotecados o embargados, de forma que el deudor pueda liquidar la deuda con el dinero que obtenga de la subasta. En España se realizaron durante 2019 más de treinta mil subastas de bienes inmuebles, un 20% más que en el 2017, la gran mayoría procedentes de embargos o ejecuciones hipotecarias.
Además, en el 2015 se puso en marcha la vía telemática para la participación en las subastas a través de un portal único para todas las subastas judiciales y administrativas. Esto ha acercado y facilitado el proceso a los particulares y le ha añadido transparencia y eficiencia.
Sin embargo, los requisitos para participar son exigentes, ya que el interesado debe disponer del 5% del valor de la vivienda subastada para su consignación como depósito. Además, en caso de ser el ganador de la subasta tendrá un plazo de cuarenta días hábiles para realizar el pago íntegro de la vivienda, bien en efectivo o a través de un préstamo o hipoteca, y en caso de no hacerlo perdería el dinero consignado.
Por otra parte, la participación en subastas judiciales presenta una serie dificultades que hacen recomendable para los particulares contar con el asesoramiento de profesionales en la materia. Entre los principales inconvenientes se encuentran el hecho de que no es posible visitar previamente la vivienda, por lo que no podemos conocer su estado de conservación ni el nivel de reformas que pueda precisar; así como que habitualmente no se dispone de información sobre las deudas o cargas que presenta de la vivienda.
Por ello, hay empresas especializadas que se encargan de asesorar al cliente en todo el proceso así como de localizar e investigar el inmueble para conocer la idoneidad de la inversión, a cambio de una comisión.
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